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Por la alianza obrero-campesina-estudiantil (documento)CNH de 1968Introducción Este programa fue elaborado por una comisión nombrada por el c.n.h., unos días antes de la toma de Ciudad Universitaria por las fuerzas armadas del gobierno. Fue aprobado, en principio, plenariamente por el Consejo, sin embargo el día que sería discutido y aprobado definitivamente se tomó la Cuidad Universitaria y las copias destinadas a los delegados fueron decomisadas por el ejército. Como varios de los miembros de la Comisión que elaboró este programa fueron detenidos a raíz de la ocupación de Ciudad Universitaria, éste llegó a nuestras manos después de serias vicisitudes. Debido a errores de impresión no aparecía en las copias que iban destinadas a los delegados el punto número iv: Sobre la Libertad de los Presos Políticos. La reacción de Prensa Revolucionaria transcribe íntegramente tan importante documento, que hasta ahora había permanecido inédito. Prensa Revolucionaria No. 3, Abril-Mayo 1969.
Nuestra lucha ha venido a poner al desnudo no sólo el carácter represivo del gobierno, sino también la estructura de injusticia y explotación sobre la cual descansa. El apoyo que los sectores populares nos han prestado nos obliga a poner en discusión dicha estructura y a plantear a las masas populares nuestros puntos de vista acerca de cómo transformarla y de la línea de acción que conjuntamente estudiantes, obreros, campesinos, empleados, en una palabra el pueblo en su conjunto, debemos poner en acción para desterrar de nuestro país, de una vez por todas, la explotación, la miseria, el abuso y la represión. Mucho se ha hablado acerca de la prosperidad que experimenta actualmente el país. Sin embargo, se ha señalado que dicha prosperidad es la prosperidad de una minoría privilegiada que multiplica sus riquezas a costa del pueblo trabajador. El obrero, el campesino, el trabajador en general, ven con sorpresa como se encarece el costo de la vida, mientras sus salarios o ingresos permanecen fijos o crecen a una velocidad menor que el alza de los precios. Asimismo, conforme pasa el tiempo un número creciente de trabajadores se ve privado aun de la oportunidad de trabajar, porque las innovaciones en la industria, en la maquinaria agrícola, etcétera, solo benefician a los patrones. A través de la represión generalizada, el gobierno convierte a las organizaciones de defensa de las masas en nuevos medios de sujeción y explotación. Los sindicatos independientes han desaparecido prácticamente, las organizaciones campesinas no son medios de defensa de los intereses de los trabajadores de la tierra, sino instrumentos de control político en manos de los corruptos dirigentes del partido oficial. Finalmente, una masa cada vez mayor de trabajadores se ve obligada a trabajar en actividades improductivas y mal remuneradas como único recurso para obtener algunos ingresos que le permitan sobrevivir. El gobierno no es el gobierno de todos los mexicanos, sus recursos están dedicados, casi en su totalidad, a asegurarse e incrementar los privilegios de la gran burguesía formada por los grandes industriales, los grandes comerciantes, los grandes terratenientes, los banqueros y los corruptos políticos de la “familia revolucionaria”. El pri es el organismo de control político que obliga a las masas a moverse y a votar por sus candidatos mediante el engaño, las amenazas y el chantaje. Desde hace mucho tiempo ha dejado de representar a cualquiera de los sectores populares que obliga a mantenerse en su seno, para servir directamente a la gran burguesía. Algunos sindicatos que antes estaban controlados por líderes representativos de los trabajadores, dejaron, a partir de las represiones de 1959, de tener representación alguna para convertirse en camarillas gansteriles al servicio de los patrones y su gobierno. Conforme pasa el tiempo el número de mexicanos que carecen de educación, de vivienda, de oportunidades de trabajo, etcétera, va en aumento, al tiempo que parte de los recursos nacionales son entregados a los intereses extranjeros, en especial a los intereses estadounidenses. Los campesinos se ven sujetos cada día en mayor medida a todas las arbitrariedades imaginables. El campesino no solo es explotado por el terrateniente, el prestamista, los bancos oficiales y privados, sino también por el Comisariado Ejidal, los síndicos y transportistas, el intermediario y toda la gama de coyotaje. Estas condiciones y otras muchas que sería muy largo enumerar nos han llevado a la conclusión de que es inaplazable iniciar una lucha general junto a todos los trabajadores, que plantee reivindicaciones mínimas que nos coloquen en la ruta de la liberación final del pueblo trabajador de México, único que puede verdaderamente ostentarse como la Patria en contraposición a los políticos profesionales, cuya única liga con la Patria es la de la explotación, la traición y el crimen. I. Defensa y mejoramiento de los niveles de vida mediante aumentos de salarios inmediatos y aumentos sucesivos conforme aumentan los precios I. Detener la desocupación reduciendo la jornada de trabajo II. Control obrero como medio de asegurar un reparto justo de las utilidades III. Conquista de las libertades políticas para los trabajadores exigiendo la libertad de los presos políticos y el respeto a las garantías individuales, por parte del gobierno* IV. Ganar la independencia y la democracia sindicales formando comités de lucha elegidos directamente por los trabajadores V. Por una central de trabajadores sobre la base de los Comités de Lucha VI. Organizar comités de lucha campesina VII. Por crédito oportuno y barato VIII. Mayores recursos para el campo IX. Eliminar los intermediarios, haciendo Comités de Lucha de campesinos y de trabajadores a su servicio X. Luchar por reconquistar las tierras que han sido arrebatadas a los campesinos cuando se han realizado obras hidráulicas y demás mejoras por parte del gobierno Este es el Proyecto de Programa que proponemos a obreros, campesinos y trabajadores en general como punto de partida para una lucha conjunta de alcances nacionales a largo plazo. Es obvio que no es la última palabra y que indudablemente deberá sufrir modificaciones que lo enriquezcan con la participación de los trabajadores, sin embargo, puede mostrar que nuestros intereses se han ampliado en esta lucha por el contacto que hemos tenido con las masas del pueblo y que estamos dispuestos a luchar por cumplir los compromisos que con él hemos contraído. Sabemos que las clases dominantes pondrán el grito en el cielo y que nos harán todo tipo de acusación. No nos importa eso; si el gobierno, si los patrones, si los que se auto-califican de patriotas y buenos cristianos, verdaderamente quieren servir a la Patria, es decir, a la inmensa mayoría del pueblo mexicano, que haga suyo este Programa en el terreno de las realidades, no en los discursos. Por nuestra parte esta es la respuesta que damos tanto a las coléricas amenazas del gobierno, como al apoyo que el pueblo nos ha brindado, no solo en este movimiento, sino también dándonos la oportunidad de estudiar. Si mañana nuestros centros de estudio se ven ocupados por la bota militar, nosotros partiremos al campo de la batalla nacional con este Programa en la mano y no nos detendremos ante ninguna circunstancia caiga quien cayera y hágase lo que se hiciera.
Ciudad Universitaria 12 de septiembre de 1968. Consejo Nacional de Huelga |
Directores: Héctor Díaz Polanco y Edgard Sánchez Ramírez. Coordinación Editorial: Ana María Hernández López. Consejo Editorial: Jesús Escamilla, Fernando Bazúa, Consuelo Sánchez, José Martínez Cruz, Nellys Palomo, Sergio de la Peña (+), Margarita Gutiérrez, Diseño Editorial: Andrés Mario Ramírez Cuevas. |
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